Implantado en el mismo crazón de la prestigiosa denominación de origen pessac-léognan, en la zona vinícola de
Burdeos, es un viñedo familiar y tradicional que produce un vino blanco y un vino tinto de muy alta calidad, con aromas delicados y de gran fineza. Su propietario, Jean-Pierre Leymarie, desde hace años, se inscribe dentro de la elaboración de vinos fieles reflejos de sus variedades autóctonas y de su "terroir". Ubicado en Martillac, sobre una superficie de viñedos de 18,5 ha con suelos de arcillas, arenas y calcáreos con presencia de piedras rodadas o "graves", este Château vinifica variedades blancas (sauvignon blanc, sauvignon gris) y tintas (cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc, malbec, petit verdot) bajo la denominación pessac-léognan (Graves).
Este vino tinto procedente de la zona "Graves" (13,5% de alcohol) se elabora a partir de
merlot (60%),
cabernet-sauvignon y
cabernet franc (40%) sobre suelos arcillo-calcáreos. Tras una larga fermentación en depósitos de acero inoxidable con maceración carbónica y micro-oxigenación, se realiza una crianza de 12 meses en barricas de roble. Así se obtiene un vino de color rojo oscuro. Numerosos e intensos aromas de cerezas en licor, cassis, frambuesa, mora con una punta de violeta. En boca, se presenta con una entrada delicada para luego convertirse en amplia y untuosa. Los taninos son carnosos y de muy buena calidad. Se podrá acompañar con aves de caraácter y carnes de caza, cordero en salsa, ternera, pato, carnes blancas con condimentos especiados, quesos tipo brie o camembert.
Este vino blanco (13% de alcohol) se elabora a partir de las variedades
sauvignon blanc (60%) y
sauvignon gris (40%) en viñas de 12 años de antiguedad sobre suelos arcillo-calcáreos. Después de un prensado suave, se realiza un desfangado y una fermentación en cámaras frías en barricas nuevas (50%). La fermentación (29-35 días) separada de las tres parcelas se hace en depósitos de hormigón termorregulados (30-32ºC). Micro-oxigenación
. La crianza se realiza durante 10 meses en barricas nuevas de roble sobre lías con
batonnage en cámaras frías. Así se obtiene un vino de color amarillo pálido con reflejos dorados.
Una joya de aromas: nariz sutil y compleja de melocotón blanco, lichis,
grosella, pan tostado y piel de pomelo. Boca refinada: azucares en ataque, en
medio volumen y retorno aromático de cítricos al final. Se acompañará con pescados y mariscos grasos, quesos tipo comté, foie gras, risotto o atún con crema.
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